7 de julio de 2006


Alas naranja se cruzan en mi camino. Chocan con mis piernas y se confunden entre mis pasos. Flotan, iluminadas por los últimos rayos de un "veranito de San Juan" que se alarga por más de una semana. Se posa sobre mi brazo y se despide. Hasta mañana, me dijo, porque hoy regresó cuando miraba por la ventana. Dejó su estela en mi balcón, sin detenerse me saludó y en la complicidad de invierno, pareció guiñarme un ojo y se marchó.



Tres días y la misma presencia anaranjada en el aire. Tan liviana como el aroma a hoja seca que en esta época ya es raro sentir. Mariposa viene a alegrar el día, a invadir el tiempo de vuelos de algodón. Suavidad que dura un segundo. Y se va.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

mmmmm solo la gente del sur puede darle es vuelta al invierno
ohhhh siiiii !

J. dijo...

¡Qué bien le queda el naranja a tu blog! un toque de vida y de alegría...

12 a 15 horas de sueño... ¿y cuándo dejará de ser un sueño?

Besitos!

Anónimo dijo...

Elisa: Eres poeta? Me encantas todos tus discursos, me siento identificada...Y...No estás sola!!
Gretel

Elisa dijo...

Gretel: eso de la soledad es tan ambiguo. Ocurre que a veces estamos rodeados de mucha gente, incluso de quienes nos aman y amamos y nos sentimos un poco solos. ¿qué opinas?
Gracias por haberte dado una vuelta por aquí,
Saludos,
E.

Anónimo dijo...

sol naranja para ti amiga
siempre
en forma de mariposas o lo que sea
me alegra mucho que estés bien
besos,
F

Pablofe dijo...

Uh tiempos sin pasar por aca...bueo cuando la voragine universitaria me suelte, quizas me de un paseo mas largo...

En fin, saludos.