Sé que no soy la mejor amiga que has tenido ni que tendrás. Jamás seré el consuelo que necesites ni el abrazo que te acoja cuando sea urgente.
Que hoy en día tal vez se trata de una maleta enorme llena de recuerdos. Que no compartimos el día a día. Que somos distintas o muy iguales.
No sé.
Pero nada más puedo decirte que te quiero. Mucho.
Que te extraño y que me da una rabia enorme no vernos. Que aunque tenga mil años me voy a portar como una niñita si de nuestra amistad se trata. Que a veces yo también colapso, aunque ya no lo veas y sí lo supongas.
Que ya no te voy a llamar para contarte mis dramas porque entendí que son una lata. Que no quiero que llores por esas cosas que te hacen llorar. Porque, de verdad, son parte de esta vida fea y normal que nos tocó vivir. no por eso deja de ser fea.
Que, aunque te sorprenda, algo he aprendido.
Que siempre te recuerdo y te adoro.
Aunque no te vea. Aunque no me veas.
Y no te culpo. Pero tampoco me culpes a mí.
Quizás sólo es la vida fea y normal que nos tocó vivir.
