25 de febrero de 2005

Tú no me esperas.

Espero tu regreso, mi amor. Espero ver luego tus ojos que son como el reflejo de mis pocas certezas. Esas verdades que ahora se me escapan, que ya no sé siquiera si existen. El pasado es tan incierto como lo que viene para nosotros. Esta no-verdad ya me enferma, me hace daño, me duele no saber si tú eres o no eres el hombre que yo creo, el hombre-niño que me has mostrado -pero no demostrado- que eres.
A pesar de todas las incongruencias, verdades a medias, inseguridades, turbiedades que tanto mal me hacen... te quiero. A veces siento que te amo y sé que te necesito. Igual que tú a mí. Pero yo te espero. Para que nos sentemos, me abraces y yo me acurruque en tus brazos flacuchos. Y que nada malo pueda pasar. Aunque sé que no es cierto. No hay botellas por la cabeza como quisieras. Hay palabras y hay tiempo. Tú mismo lo has dicho.
Tengo paciencia aunque diga que no y tú no me esperas aunque crees que sí.
Quedan sólo cuatro días, o quizá cinco para nuestro reencuentro.
Te quiero.

24 de febrero de 2005

::::----> Bonus track <----::::

Esta 'rubrique' reúne los casos y experiencias freaks en dos secciones y cada una con subsecciones, allá voy:
SÓLO POR ESTA NOCHE:
Estas situaciones no son comunes en mi vida pero en alguna ocasión lejana ocurrieron así que, y sólo con afán educativo, pasaré a exhibirlas.
"SÓLO POR ESTA NOCHE" se divide en dos niveles: piyama party y calabaza donde cada uno se va para su casa.
Generalmente, esto ocurre cuando dos personas pueden tenerse muchas ganas y ninguna de las dos se había dado cuenta. Debido a algún motivo particular como una pelea, discusión, o una noche de mucha y amena conversación (son sólo ejemplos) pueden salir a flote los no-sentimientos y las ganas de -en su mínima expresión- dar uno que otro besito al acompañante en cuestión. Cuando lo que ocurre es más fuerte, se pasa a la etapa...
...piyama party:
-el M1: debido a una discusión, que de a poco me fue enojando cada vez más, la injustificada rabia y algunos empujones dieron paso a unos besos locos. ["¡Sublimación!" me dijo la Tere cuando le conté.] Me sorprendí pero seguía semienojada aunque la idea de seguir en ese pasillo oscuro me tentaba bastante. Sin embargo aparecía gente a cada rato y la cosa quedó en nada. Luego, la escena de la micro. ¿Qué cresta hacía yendo hacia Ñuñoa? Había perdido la noción del tiempo y lo único que me indicaba que no era tan tarde era que seguían rodando las máquinas amarillas sobre la Alameda.Me bajé en Irarrázaval y el comentario de oro selló todo: "es que si me voy pa tu casa no tengo como volver a la mía". "No importa, te quedas a alojar", me respondió. Andaba con la maldad, es cierto. Pero qué importa. Luego de llamar a mi casa e inventar que me quedaría donde la Cony y de sortear con éxito el asado familiar, a eso de las 3 am nos fuimos a acostar. No quiero dejar mucho a la imaginación de las lectoras, porque lo cierto es que no pasó nada más allá de un par de besos. Sorry para las que querían pornografía pero soy un ángel. O muy ñoña. Pero me queda claro que con ése (aunque sea de los menos freaks), no.
-M2: me trauma así que no hablo de él. Espero comprensión. Gracias.
Calabaza: en esta subsección hay pequeñas divisiones.
-el iniciador medieval o El Búnker: ¿quéeeeee? si, eso. Y es uno de los más freaks. Bueno esta es la historia de una chiquilla que celebraba el inicio de su primer año de universidad. Se encuentra con un joven de tatuajes, pelo corto, algunas cicatrices en su cara de niño, ropa negra y armas en su mochila. Unas buenas chelas gratis y algo más, el día avanzó y luego de una visita flash al baño acompañada de Christobal, regresé. "eres como una princesa medieval, y yo soy el guerrero. ¿puedo besar tus labios?" Daba risa el tipo.Y me costaba aguantarme. Luego de un par (o más) de llamadas, no hablamos nunca más. Llegaron Los Búnkers a tocar y en medio de la masa desapareció. Volvió sangrando de la oreja, de un tajo largo fluía el líquido rojo metálico hasta su brazo tatuado. Era como un pendejo drogadicto con tendencias asesinas y agresividad. Aunque conmigo fue en extremo delicado. Nos despedimos en Vergara con la Alameda. Adiós.
-el dos por uno o 'lo hice de picada': circulaba por una discotec hip-hop cuando vi al tipo que me gustaba besuqueándose con cinco minas diferentes. Me enojé, me senté y empecé a hablar con el pendejo rico del colegio. (dato freak: fue mi primer beso con frenillos) Y bueno, estaba en pleno cuando aparece el sucio, Chuchu, que seguramente no se había bañado en una semana, me mira y me felicita. Rabiaaaaa. Maldito desgraciado. Me paré y me retiré indignada de escena. El péndex rico me buscaba como preocupado y no lo pesqué nunca más. A las 5am se acabó la fiesta, nos echaron del lugar y en la calle se me acerca el Chuchu infernal, a decirme "dame un beso ahora, no era eso lo que querías?" "no", le dije, mirándolo ultraseria. Traté infructuosamente de cambiar el tema hasta que su paciencia colapsó, me tomó la cara enfrenillada y me plantó el beso más carreteado de la vida. Tenía sabor a copete rancio, a falta de cepillados regulares y sobre todo, a cinco minas previas. Lo peor fue para ellas que vieron cuando él me agarró y me babeó entera. Ese día que empezaba no atiné más que a juntarme con mis amigas a comer pizza y a confesarme. Se rieron de mí toda la tarde y se los agradecí, el problema no era tan grande. De hecho, no había problema. Quizá me sentí algo mal conmigo misma porque lo hice de puro picada y luego no resultó ser más que un 2x1. Si fuera hombre hubiera sido entero winner.

PSYCHOS TELEFÓNICOS:
son tipos con los que nunca pasó nada y su relevancia en mi vida es igual al valor de una legaña matutina, pero tenían la particularidad de llamarme más de lo normal. Y de mantenerme aburrida escuchando historias más pasteles que este blog.
-el milico: cero química, definitivamente mal. Un niñito que conocí en un viaje Santiago-Valdivia. Era militar, cadete para ser más específica. Estuve doce horas escuchando sus aventuras en la escuela, de los deportes que practicaba y de lo entretenido que era ir al cerro y que los dejaran abandonados ahí para que sobrevivieran como pudieran. Tenía 16 años y no fue mi mejor acercamiento a las fuerzas militares. Cometí el error de darle mi teléfono y me llamó varias veces. Una vez me invitó a salir pero creo que había algo más entretenido en la tele.Paso, gracias.
-psycho de conce: todo mal. A este especímen de alto vuelo psicopático lo conocí en la nieve. Mi amigo Gustavo, el doctor, me invitó a hacer snowboard a Valle Nevado. La raja. Cuando fui a descansar me acerqué a un tipo cualquiera que me ayudara a llegar a la sala de descanso. Desde ese momento fue mi moco personal. no se despegó más de mí. Incluso se consiguió que Gustavo lo bajara a Santiago. Me llamó esa noche y casi todos los días durante dos meses aproximadamente. Loco rayado, le metía conversa a mi mamá. cuando ya cacharon su voz, le decían que no estaba. Es que no había valor para aguantarlo.Una vez nos juntamos en el metro Escuela militar y el maldito desgraciado se acercó rápido y me dio un beso. Lo odié y nunca más lo pesqué. La última vez que lo vi fue en la Love Parade en el Forestal. Había miles de personas y yo justo me tuve que encontrar con él. La suertecita.
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Asumo que esta segunda parte está más fome, pero lo atribuyo a que las historias son, claramente, menos importantes para mí. Sin embargo, queda demostrado que aunque mi lado freak , maldito y exigente (porque no todos pueden ser tan malos o raros, no? tiene que haber gran parte que es culpa mía) es fuerte, todos son unos tipos extraños. Especiales, diferentes, por decir algo.
Por eso y como ya siento que he conocido a varios representantes de la fauna masculina me siento chata, aburrida. Es cierto, no todos los hombres son iguales pero justo me he encontrado con algunos cuyas patologías mentales me hacen suponer que el problema lo tengo yo. No es problema de ellos estar un poco desequilibrados, pero sí es problema mío ser el punto de encuentro de todos los desquiciados. Que, uy coincidencia, me fije en todos los anormalitos. Así que me jubilo, me despido aquí y como ya he dicho, seré observadora de las historias de otros. Total, ser voyerista debe tener su gracia. Como ir al cine, o al teatro. ¿O no?

La renuncia formal, los motivos y razones ¡Exclusiva edición de lujo, con todos los detalles que siempre quiso saber!

Hoy renuncio. Me retiro vencida y lo acepto. Pediré mi jubilación anticipada y me dedicaré a ser espectadora de vidas sentimentales, comiendo cabritas financiadas por mi pensión. Abandono las canchas, resignada a llenarme de telarañas por todas partes. Desde el ¿soñador? primer pololeo "legal", hasta las relaciones más clandestinas, pasando por la infaltable aventura de una noche, todos pero TODOS los tipos han sido unos freaks. Y, seguramente, yo la más freak de todos. Aunque por fuera no se note tanto.Y me aburrí. Definitivamente a los diecinueve años tiré la esponja. Qué mal, parezco -sin serlo- una vieja frígida, amargada.
Habiendo pasado por el infaltable novio-payaso, con su deseo irrefrenable de figurar y que se rían de sus tallas limítrofes (duración del 'idilio': un mes y veintiséis días); por el cuico ignorante que camuflaba su tontera y nulo poder de decisión con una falsa condescendencia (duración: dos meses y dos días); y por el niñito seudometalero más parecido a un helecho con capacidad de manejar un control remoto que a una persona (duración: dos meses y diecisiete días con reincidencia posterior de un mes exacto), me declaro derrotada. Entremedio algún respiro tuve, sí, no me quejo tanto. Aunque pocos se salvan de ser especímenes.
-el niño aburrido: no hay nada más desagradable que estar saliendo con un tipo que pasa sus días con cara de nalga frente a una pantalla, aburrido de la no-vida que tiene y sin hacer nada para cambiarlo. Cuando salí con él era muy ingenua para darme cuenta del ejemplar de colección que tenía entre mis manos. (duración: tres semanas)
-el internacional: todas hemos tenido algún desliz o relación con un extranjero. Pero salir con un checo, creo que es una suerte de excepción. La comunicación era un chiste y la relación una mofa con fecha de vencimiento. Él se iba y yo lo sabía. Sólo me sirvió para meterme en el atado de mi vida con una guatona resentida y envidiosa. Mal. Menos diez puntos para mí. (duración: dos semanas aprox)
-el sureño: los sureños son una raza de hombres que parecen secretar alguna sustancia testosterónica que me atrae especialmente más que los metropolitanos o nortinos. Es como si los oliera. Este ejemplar de procedencia árabe, pelo rizado y gran nariz, fue uno de los no-pololos que marcó mi vida como si lo hubiera sido. Los kilómetros nos distanciaban, mis enredos y su mamonería tan sureña. Las vueltas de la vida nos juntaron y ahora en época de clases nos vemos todos los días. Y no se me mueve ni una hormona, a menos que tenga altos niveles de alcohol en mi sangre. (duración: indefinida. Bordea los tres años de idilio, interrumpido por peleas y pololeos)
-el 'nunca fue', gracias a dios: Nunca puedes confiar en una relación con un tipo que conociste en un carrete. Es una regla. Y si no te gusta el turismo, tampoco. Quizá es la única ocasión en que me he peleado muy fuerte con mi papá pero que, a la larga se lo agradezco. Me liberó del niño sin futuro, tan paternal él. Aunque tengo la certeza de que mi estupidez hormonal dura lo que duran las primeras conversaciones y me hubiera dado cuenta luego de nuestro auspicioso futuro juntos de jueves a domingo en La Playa Discotec. (duración: un día, en concreto)
-el amigo o 'en qué estaba pensando': otra regla inviolable y que yo, para variar, pasé a llevar. Prohibición absoluta de tener una relación, estable o no, con el mejor amigo. Eso NO funciona. y lo peor es que se corre el riesgo de perder una amistad increíble. Porque cuando terminas con un tipo equis, da "igual" porque no tienes que verlo de nuevo si no quieres y tiras la cadena con más frialdad. Pero en el caso de ser un amigo, es más complejo porque también puedes no verlo si no quieres, sin embargo duele más, hay recuerdos anteriores, conversaciones, y una amistad verdadera que se ve perjudicada. Después de casi cinco meses de no hablar, ahora somos amigos de nuevo. él sale con una chiquilla y yo...sin comentarios. (duración: tres semanas. Una reincidencia de dos días por efectos del alcohol y confusiones varias de donde salimos más heridos. Asumo mi completa responsabilidad, señor juez)
-el freak, psycho o 'desheo desheshperadamente sher eshpeshial': Un ejemplar freakiado, muy en su onda, fanático del cine, toca didjeridoo, lee, escribe, besa bien, es tierno... ahhhh, un ideal de hombre dirán. Pero no. Esto es un engaño señoritas! Este joven tiene serios problemas que van más allá de su imagen de freak cultivada con esmero. Conflictos internos y seria dependencia a la mujer que tiene a su lado. Y como ustedes saben, yo no soy la mamá de nadie... uf. En pocas palabras era como besuquear a una mina en sus días. Una mina que le duelen los ovarios, que tiene las pechugas adoloridas y que la invade la paranoia de una sensibilidad extrema. Reconozco que el tipo era un amor (todos lo han sido, me declaro una chica con suerte en ese sentido) pero era una mina llorona. Tan sensible, tan "yo soy relax y tú estás mal, futura burguesa" que me aburrió la pose de niño sufriente y sensiblero. Cebolla, cebolla, cebolla. Releyendo sus mails, me digo "hey no puedo ser tan maldita" pero me basta acordarme de que siempre yo era la que la cagaba sin saber por qué, la que lo hacía sufrir cuando lo saludaba, la que "estaba distante". Siempre el problema era yo. Qué diablos, para eso voy de vez en cuando al sicólogo. No estoy para que un tipo que llora con una flor venga a decirme que seré una burguesa de mierda. (duración: tres semanas)
-el gordis: no crean que soy tan ebria, pero nuestra relación se inició tras una conversación de curados. Salíamos y lo pasábamos bien. Es heavy, no se lo cuenten a nadie pero una vez me dijo que lo habían violado cuando chico. ¿Será cierto? Miedo, miedo. Nuestra relación cagó por motivos secretos de un impasse (odio esa palabra, tan farandulera) que nunca pude superar, pero que ya fueron conversados. Las últimas veces que nos vimos fui un dolor de mujer así que hace poco me ciberacerqué a él y me disculpé. Eso sí, le prometí que las disculpas serán en vivo, ya que al pastel de shit no se le ocurrió nada mejor que matricularse en mi misma universidad y estudiar la misma fuckin' carrera que yo. Salud por eso! (duración: un mes y medio)
(sigue)

4 de febrero de 2005

.::Quiero comprender::. y no puedo

"Asoma el llanto tu mirada, quiero comprender. Te veo triste y siento un soplo en tus labios que funde mi voluntad."
Sentadas nos miramos y nadie habla. El helado ya se acabó y tenemos los labios pegoteados. Me limpio con el dorso de la mano, como siempre lo he hecho. Te animo a que lo hagas, no hay gente que te vea. Estamos recargadas de pesares pero se mantienen bloqueados. Tenemos el alma contraída, el ánimo seco. Tú de cansancio, yo... no lo sé. Parto yo. Hablo como si nada y así está bien. Nadie sufre, nadie llora. Hasta que las lagrimas sí se asoman, la impotencia es feroz. Es que no logro entender por qué todo se remite a una constante autodestrucción. Los celos, la rabia primitiva, casi como un pecado original que, siendo ajeno, lo estoy pagando yo. Al otro lado estás tú, que me entiendes, me acompañas.
Esa angustia y culpa infinitas. La bendita cobardía que impide dar ese paso hacia las micros en la avenida, ese salto por el balcón. Sin embargo el abismo por el que caigo todos los días y el enorme vacío están aquí dentro. Toco mi pecho y me arde, hay algo que me aplasta. El limbo entre la "decisión". ¿Qué escoger? ¿Cómo escoger un camino que no nos guíe inevitablemente a la autodestrucción? Cómo dejar de maltratarnos con el fin de no atacar a quiénes sí lo merecen?
-Yo también me he tirado el pelo. Autocastigo, frustraciones inmerecidas.
Quiero llorar a gritos, golpear a los responsables y vaciarme de toda la rabia que siento. Que me está cagando la vida y culpándome de cosas de las que no soy responsable.
Asoma el llanto y sí me comprendes. No tenemos voluntad de pararnos e irnos. Me resfriego los ojos, me seco los mocos aguados con la manga. Me pongo el pelo en la cara cuando aparece el grupo de ex-compañeros, liderado por dos de los pastelazos más grandes de la vida. Uf, "qué coincidencia". Pura mierda. Hay que seguir, reír, conversar estupidecesy -por dignidad- fingir que "Siii, estoy bacán, feliz. ¿Y tu?"

3 de febrero de 2005

Posteo de prueba

Cambié algunos "settings" del blog por lo tanto escribo para ver cómo funcionan. Además que creo que en algo anda mal.
Adiós

Y tú hablas... de tí.

Te miro, escéptica, mientras hablas. Estás sentado frente a mí y hablas, hablas. Todo el rato. Me mareas un poco, pero no puedo dejar de escuchar toda la basura que cuentas. A veces me dan ganas de decirte algo humillante para que frenes esa incontinencia verbal que hace que entre tú yo sólo estés tú. El mundo parece detenerse cada vez que respiras profundo, hasta que vuelves a hilar una eterna frase. Autorreferente, sin duda alguna. Bufonesca y sonriente frase de plástico. Genial, pero cansador, creas ante los ojos de tus espectadores-amigos un mundo envidiable. Una fantasía que no sólo dura una frase, sino que tiene fecha de concreción. Son todos tus proyectos. Tus ansias y tus angustias que te impiden frenar. Y hablas de lo fantástico que eres. Eres tan ególatra y sin embargo no logro dejar de escucharte, no permites que me desconecte de tu transmisión constante. Tan centrado en tí mismo que ni siquiera me causas rechazo. No puedo hacerlo. Nunca creí que dentro de alguien tan opuesto a mí en apariencia, conocería a un ser más pollo que yo. Percibo tu debilidad, inmensa y sola. Tu autoenemistad y en forma simultánea, ese amor incondicional que te tienes. Eres un niño increíble y lo sabes. Quizá ahí radica tu gran pecado. En la pérdida de la espontaneidad que en algún momento te dió la inocencia. Al final te vuelves un ególatra más, muy a tu pesar ya que sabes que no eres sólo uno más de ellos. El resto de los mortales y normales te rodea y eso es lo que te complica. Que en el fondo y en la superficie también, estás solo. Quedas como un especímen a admirar y aunque eso no te hace feliz (a nadie que se precie de ser humano lo haría feliz), te mantiene satisfecho. Pero, ¿por qué no bajas un rato de ese Olimpo? Huidobro se equivocó, porque NADIE bajó del Olimpo. Tu voz calza con tus expresiones faciales pero no con tu vocabulario. Es algo nasal y poco grave pero las palabras que utilizas son bastante alejadas del lenguaje coloquial al que estoy acostumbrada.
Me dejo mecer por lo que dices, trato de pensar en lo que dices e intento rebatir un par de veces. Es inútil así que me resigno a callar y a vegetalizar mi mente. Al parecer, el que está para pensar eres tú. No la "preciosa" que, efectivamente, el mundo (o sea tú) aplasta. Ocupo mi tiempo de espectadora de tu show, sentada sobre una butaca en la primera fila, en observarte. Parto por tus ojos, tu nariz... pero me detengo en tu boca. "Es un Guasón", me dijeron meses atrás. Se mueve y contorsiona segura del poder que tiene, de que diga lo que diga siempre va a encontrarse con alguien dispuesto a escucharla. A seguirla. Es bonita, bien delineada. Pero de ella salen casi únicamente palabras de un mundo propio que pareciera bastarte.
Quizá debiera odiarte, como -aseguras- varias personas lo hacen. Por autorreferente, monotemático y seudoniñoseductor. Pero no, me caes bien, te admiro lo suficiente para no envidiarte. Como creo que muchos lo hacen. Es que no puedo. Hay un juego de poderes que aún no logro dilucidar que me mantiene muy atenta. Y "Alerta". Me inspiras cariño. ¿Por qué siempre termino acercándome y haciéndome amiga de los ejemplares más bizarros?
Mientras sigues hablando de tí, descubro que fue un acierto no haber evadido una vez más mi responsabilidad. "No te angusties", quisiera decirte. Puedes conversar conmigo, si es que a alguna hora del día te sales de tu personaje y te transformas en la persona querible que estoy segura que eres. O sea, susceptible de ser querida. Siento un vacío que tus palabras no llenan. Una Nada creada por tí mismo. Por tu propio Todo que te está absorbiendo.
Y más allá está la gente.

Divagando sobre las "Coincidencias en la ciudad" II

A veces sabemos lo que va a pasar. Y es algo más allá de lo obvio como que si tomas mucho, la invocación es inevitable. No. Hay momentos en que raras certezas se adueñan de nuestros pensamientos y nos convencemos que algo muy poco probable está casi por ocurrir. Hasta que sucede. Y nos sorprendemos de nuestra "premonición". La verdad es que, como alguna vez lo escribí aquí mismo, esas coincidencias no son tan curiosas y menos aún, increíbles. Porque claro, la posibilidad siempre es remota. Mentira. Pareciera que vivimos tentando, evadiendo, jugando y burlándonos de las probabilidades. Al menos eso creemos. Pero pienso que somos regidos por ellas. O que más bien en eso consiste la vida. En encontrarse, desencontrarse, reencontrarse. Constantemente aparece gente en nuestras vidas, el movimiento no cesa. Inevitablemente nos alejaremos pero más ineludiblemente -creo yo-, nos reencontraremos para nuestro bien o pesar. Entonces ese ir y venir es lo más natural y hasta rutinario del mundo. Pero nunca dejamos de sorprendernos. Y ahí radica la genialidad del asunto: en nuestra reacción tan pueril y bella de sorprendernos cada vez como si fuera la primera.
Sin embargo, más aún nos sorprenden las coincidencias cuando sentimos que sabemos que van a pasar. Tenemos una extraña seguridad que "algo" está por ocurrir. Que tú, sí tú, te vas a encontrar con 'esa' persona.


Ayer hubo reunión de pauta. Y, luego de siete meses de inasistencias, fui. Tenía una sensación de que me encontraría con "alguien" pero no sabía quién sería.
Conocí a varias personas nuevas y fue muy agradable. Cuando entré al local donde fue la reunión, ví a un tipo cuya cara me pareció más que conocida. De hecho, lo conocía. Es un compañero de la U que a pesar de haberlo visto todo el año, nunca habíamos hablado y tampoco sabía su nombre. Ah, no puedo olvidar a otra persona: el niño-genio-verborreico-ególatra. Muy simpático, amoroso. Aunque niño, creo que es encantador y cansador, por lo demás. Uuuuf, a ratos era mucho.
Volviendo al 'compañerito', resultó ser un joven amable, simpático y que vive cerca de mi casa así que nos vinimos conversando todo el trayecto hasta que nuestros caminos se dividieron y hasta la semana próxima en una nueva reunión de pauta. Ok, todo bien. Pero vamos derrumbando mitos de mi humana puerilidad y abriendo los ojos ante lo que es burdamente obvio. Es rebuscado calificar este episodio como "premonitorio" del estilo "yo sabía que conocería a alguien", ya que es lógico que luego de meses sin ir a pauta, más de alguna cara nueva iba a aparecer.


Por otro lado, hoy salí con la Tere y llegando a la Copec comentamos lo freak y fuerte que sería que nos encontráramos ahí mismo con su ex, el Nicolás. Lo dejamos como una probabilidad lejana ya que siendo la una de la mañana, el tipo no aparecería ahí como generación espontánea, de la nada. Pero como las reglas, teorías o cosas ultra lógicas están hechas para ser transgredidas, él apareció. Y lo hizo tal cual: de la nada.
"Mentira, mentira, mentira...Tere el Nico está entrando a la Copec. No mires quédate piola..."
La expresión de la Tere pasó de una amplia sonrisa a la mueca de desconcierto más sincera que he visto. Se sonrojó y su respiración se aceleró. Se descompuso y no había tiempo para actuar.La verdad estaba ahí y no existían herramientas para camuflarla.
Luego de quince minutos en que rezaba poara que él se fuera y que la Tere no quería que se fuera...se fue po.
Uuuuf, qué coincidencia!!!!! Estoy mal, se me mueve el piso, estoy tiritando.
Hey...¿Coincidencia? No. Era demasiado evidente que él aparecería. Qué chico es el mundo, se decían. Perdón los tres vivimos en la misma comuna y a un radio menor a las diez cuadras. ¿Cuál es el real motivo o razón para soprenderse? Que, justamente, lo habíamos imaginado. Que lo dijimos en voz alta, y de la misma manera, lo negamos. Pero que sin embargo, cada una tenía la secreta certeza de que hoy ese encuentro se produciría.
Bueno, como siempre, una se trauma..la otra lo piensa mejor. Conversamos y las cosas pasan. Siempre pasan, amiga.
Y bueno, coincidencia o no, ahora me da igual.