25 de febrero de 2005

Tú no me esperas.

Espero tu regreso, mi amor. Espero ver luego tus ojos que son como el reflejo de mis pocas certezas. Esas verdades que ahora se me escapan, que ya no sé siquiera si existen. El pasado es tan incierto como lo que viene para nosotros. Esta no-verdad ya me enferma, me hace daño, me duele no saber si tú eres o no eres el hombre que yo creo, el hombre-niño que me has mostrado -pero no demostrado- que eres.
A pesar de todas las incongruencias, verdades a medias, inseguridades, turbiedades que tanto mal me hacen... te quiero. A veces siento que te amo y sé que te necesito. Igual que tú a mí. Pero yo te espero. Para que nos sentemos, me abraces y yo me acurruque en tus brazos flacuchos. Y que nada malo pueda pasar. Aunque sé que no es cierto. No hay botellas por la cabeza como quisieras. Hay palabras y hay tiempo. Tú mismo lo has dicho.
Tengo paciencia aunque diga que no y tú no me esperas aunque crees que sí.
Quedan sólo cuatro días, o quizá cinco para nuestro reencuentro.
Te quiero.

2 comentarios:

Elisa dijo...

Amigas mías: estoy patéticamente feliz. FELIZ, FELIZ. Ojalá todo esto dure. Nada más. Las quiero con todo mi corazón, en la distancia y en la cercanía.
Gracias por estar, siempre. Por su honestidad.
Besos y posteen, mierda!

Anónimo dijo...

Mamut says!!!
Yo espero tanto tu felicidad como la mia (eso es amistad, yeaa!) y la verdad es que ahorita rait nau debes estar mas o menos al tanto de lo que paso con el pollito ese.
Me identifiqué en algo con tu correo...mmm, creo que prefiero la intimidad de mi mail. Oye, dos cosas para que te den ganas de precipitarte en tu mail para leerme: los franceses son fomes!!! gente -casi- desagradable...adonde estooooooy!!!!!! segunda: tengo un mote gigantesco...me presento: una mina con cuernos y sentimientos...qué se hace??!!

Besos mi amiga linda...y saludos a la tere si lee esto ;)