4 de noviembre de 2005

Angustia y Bipolaridad (mix)

Ocurre que a veces me angustio. Siento como si todo alrededor estuviera confabulado para que las cosas no salieran bien. Pero abro los ojos y dejo de mirarme el ombligo con pelusas y me doy cuenta que no es así. Al menos no debe ser así. Porque hay otras veces en que me siento casi eufórica. Como hoy. Quizá fue el dpia lindo, despejado y con sol.
Quizá soy una planta. Sale el sol y me pongo feliz. Con una nube el panorama anímico cambia. Bueno tampoco es tan drástico pero sí que influye el estado climático en el estado anímico.
Poca ropa, pocos problemas pareciera ser el lema. Y acompañado de una dosis de luminosidad solar. El día perfecto de una Elisa influida por los astros y las nubes.
Sonrisa para todo y para todos. Hasta para el especímen del año. Don Lost in The World. Pero lo quiero. O al menos le tengo cariño. Y lo odio. Y se lo digo.
Ayer se lo dije, junto con eso, mil otras cosas. Frases pal bronce, como él les dice. Y me angustié, luego me reí. Luego me abrazó y yo no lo rodée con mis brazos fofos. No pude. Después le pedí uno y fue extraño porque no fue extraño. Tampoco me hizo feliz como antes. Y aunque reconozco que sí me confndió un poco...las ensaladas mentales duraron exactamente un minuto con veinticuatro segundos. O sea, lo que en mí duran hoy las confusiones amorosas. Nada. Y sonreí. Como ya se está volviendo costumbre otra vez. Y me di cuenta de que no estoy dispuesta a perder mi sonrisa de nuevo. Ya que me squé la de metal, ahora hay que estrenar la white smile sin hacerla peligrar aunque sea un segundo ante las dudas-confusionales de un tipo que sabe menos que yo dónde diablos está parado.
Sin embargo, ahí estábamos hoy (y ayer) parados conversando. Lo triste es la puta sensación que tenemos (sé que el también) de que el mundo se detiene cuando estamos hablando, riendo, peleando, o simplemente discutiendo lo feo que se ve con ese pelo corto y -según él- yo con mi chasquilla.
Y no hay recaídas, no señor. Pero sí hay una suerte de sonrisa maquiavélica pintada en mi cerebro. En mis pensamientos. La pícara sensación de "control" que mi paz mental me da hoy y que las palabras del susodicho lolito causan en mí. Sé que son palbras pero a veces son música para mis oídos... puede decir cuantas cosa quiera y yo sigo pensando lo mismo, sientiendo lo mismo que meses de reflexiones y lágrimas me han enseñado. o sea, NO ME LA HACEN DOS VECES HUACHITO! No, mis queridas lectoras.
Elisa,
retomando la sartén (¿o se dice "el" sartén?) por todo lo que es MNG, o sea, mango.
XD

2 de noviembre de 2005

Sale.-



Sale
a F y T
Ni letras salen de mi boca,
ni gemidos,
ni una canción decente del parlante
ni semen decente de ti
ya no.
ya no me digas nuevamente que salgamos
que el que sale de mi cuerpo
para siempre
eres tú.
Lo más lindo y terrible que me han dedicado.
Porque yo no podría escribir algo tan cierto. Simplemente no manejo ese arte.
Besos amiga.

Te quería ver muerto, por favor...

Las semanas sin verte me hicieron presagiar lo peor. Para ti y tu familia, digamos. O quizá lo peor sólo para tu mami que tanto te quiere. Un día, luego de encontrarme con todo el mundo, imaginé que no aparecías -no es que necesitara verte- porque simplemente, repito SIMPLEMENTE, te habías muerto. Se te había ocurrido morir en mi cabeza y por ende no estabas en el mundo terrenal y concreto. ¿O tal vez te habías muerto de verdad? Y no te vería más que en esos sueños extraños, donde el tiempo se detuvo hace meses y somos tan felices como nunca supimos ser. Como nunca me dejaste ser. Reconozco que la terrible idea de creerte muerto, por algún atropello, suicidio o enfermedad me acomodaba bastante. Así dejaría de pensar dónde podrías estar. Y mi mente encontraba una respuesta semicuerda a tu ausencia que tiempo atrás me atormentó tanto y secó cualquier posibilidad de volver a creer.
Hasta me reí de mis ocurrencias sobre tu muerte... para mí ya estabas muerto. Y lo estás. Pero hoy te vi, sin quererlo y mirar de frente que estás más vivo que nunca, me cacheteó.
Ya pasaron los momentos de buscar una foto tuya, de saber dónde estás, de pensar qué harás esta noche. Ahora tu imagen me persiguió y me encontró. Mi único gran pecado es ahora estar escribiendo esto.
Pero las catarsis son así, por ende, la respetaré. Bueno, retomando. No te quería ver y no te buscaba. De pronto una foto llegó a mi computador. Una foto con cara de felicidad, en medio de un grupo que sé no te da felicidad y dónde dudo que calces o te sientas tan bien como tu cara pretende expresar. Bueno, quizá sí: nadie te cuestionará nada ni te dirán las cosas a la cara. Nadie como yo, por ejemplo. Pero me aburrí. Hace tiempo me hastió tener que decirte las cosas. Hoy ya no digo nada. Y vomito por la web. Mil veces estúpida.
Me chocó verte. Me impactó porque estás vivo y quería verte muerto. No te voy a matar, ni haré nada que te lleve a eso. Paradojalmente te deseo lo mejor, aunque en mi interior siento que no lo mereces mucho. Pero como el que busca encuentra y en la vida se trata sólo de perseverar...si te empeñas lo vas a lograr y será muy bueno para ti. Espero que te resulte. Pero no me pidas que te impulse, motive y luego aplauda.
Llevas puestas la polera que te regalé, que te gusta tanto, que me gusta tanto. El día que te la entregué fue uno de los tres días felices que recuerdo que tuvimos. Con horario, claro. Porque los fantasmas de tu pasado de mierda volvían todos los días después de las nueve de la noche. No entiendo por qué te cortaste el pelo. Ese afán que tienes de parecer niñito de campo de concentración me altera... me ayuda a no encontrar nada lindo en ti. Ni siquiera la cara, que antes me fascinaba con su sonrisa mágica y ojos espejosos. Ocurre que hoy no extraño nada de ti. Pero sí extraño y me duele que me hayas robado la capacidad de soñar y creer en alguien a ojos cerrados. Esa ilusión de creer sabiendo que se trata de una mentira. Que todo va a estar perfecto aunque mis reductos se desplomen. Y eso sí duele: no tener fe, ni ganas de creer. Un anhelo estéril de soñar. Me duele la garganta AHORA. Aprieta porque hay una pelota atascada, como si me hubiera tragado una bola de lana roja y picosa.
Pero no lloro. Porque ya no hay agua salada. tampoco hay sueños inconclusos. Hay una patada en la raja frustrada y un choque con la realidad. Porque definitivamente: no estaba muerto, andaba de parranda.
Porque los muertos no van a los recitales, no salen en las fotos y no se cortan el pelo. Menos se visten con poleras tan estilosas. Y por eso me duele, porque la imagen es todo, dicen. Y una imagen, tu imagen revive tu estar en el mundo. E invade mi mundo calmo de nuevo. Y no quiero, porque no lo busqué. Saber que sí estás, que sí eres me desequilibra aún. Mis fuerzas tienen que ser redobladas. Aunque no hagas nada, que existas ya es mucho. No tienes que estar. Y lo sabes. Muy bien.
A veces quiero que te mueras. Te imagino desaparecido. Es mejor la ausencia indefinida que esperarte como lo hice porque tarde o temprano regresarías. No imagino tus tripas reventadas ni nada parecido. Sólo no estás y saber que nunca volverás me calma. Pero no tenía presupuestado ver una foto tuya, reciente y feliz. Si yo misma sé que no eres feliz...! Y no me da pena.
La sorpresa de encontrarnos me mantiene alerta. Para salir corriendo, para no enfrentar ni ahondar en tu mirada llena de pasado. Llena de esa verdad asquerosa que llevas dentro. Es un perfecto espejo de todo lo que no quiero para mí. Es autodestrucción pura. Fuiste no-elección, caos, amor-desamor, pena, juicios, rabias y egoismos. Lo peor de los dos. Me regalaste mi propia miseria...me presentaste a la Pena constante, hiciste que me consumiera hasta los huesos con la angustia. Y siempre te entendí. Créeme que aún lo hago. Aún comprendo lo terrible de tu situación. Pero nunca te justifiqué y nunca en la vida lo voy a hacer.
Hoy te veo rodeado (rodeado??, no... algo lejos en realidad) de gente tan extra. de anhelos de fanatismo...es tan extraño porque tu no quieres eso para ti y seguramente lo encuentras tan patético como yo. Pero juegas el juego y actúas conforme y feliz. Y está bien. A medida que escribo se me quita el impulso asesino... o de quererte muerto. Porque, el shock va decreciendo. Pero sigo sin querer verte. Rechazo tu diplomacia y prefiero el conflicto. Es la terapia ideal, pienso. Pero no lo tendré porque para pelear tendría que estar frente a ti y eso ni aunque me paguen.
Ahora te lo pido.
Ándate de nuevo y no vuelvas nunca nunca nunca más.
y si eres tú quien me "extraña", pues sigue haciéndolo. Yo no puedo extrañarte. Sólo extraño lo que te llevaste de mí. Kilos de alegría, años de sonrisas desinteresadas y gratis, esfumados en algunos meses. Litros de agua salada de mis ojos pequeños. Tiempo de ser feliz. Te lo llevaste y ni siquiera supiste aprovecharlo. Se fue a la basura.
Gracias por un 2005 in-creí-ble