3 de febrero de 2005

Y tú hablas... de tí.

Te miro, escéptica, mientras hablas. Estás sentado frente a mí y hablas, hablas. Todo el rato. Me mareas un poco, pero no puedo dejar de escuchar toda la basura que cuentas. A veces me dan ganas de decirte algo humillante para que frenes esa incontinencia verbal que hace que entre tú yo sólo estés tú. El mundo parece detenerse cada vez que respiras profundo, hasta que vuelves a hilar una eterna frase. Autorreferente, sin duda alguna. Bufonesca y sonriente frase de plástico. Genial, pero cansador, creas ante los ojos de tus espectadores-amigos un mundo envidiable. Una fantasía que no sólo dura una frase, sino que tiene fecha de concreción. Son todos tus proyectos. Tus ansias y tus angustias que te impiden frenar. Y hablas de lo fantástico que eres. Eres tan ególatra y sin embargo no logro dejar de escucharte, no permites que me desconecte de tu transmisión constante. Tan centrado en tí mismo que ni siquiera me causas rechazo. No puedo hacerlo. Nunca creí que dentro de alguien tan opuesto a mí en apariencia, conocería a un ser más pollo que yo. Percibo tu debilidad, inmensa y sola. Tu autoenemistad y en forma simultánea, ese amor incondicional que te tienes. Eres un niño increíble y lo sabes. Quizá ahí radica tu gran pecado. En la pérdida de la espontaneidad que en algún momento te dió la inocencia. Al final te vuelves un ególatra más, muy a tu pesar ya que sabes que no eres sólo uno más de ellos. El resto de los mortales y normales te rodea y eso es lo que te complica. Que en el fondo y en la superficie también, estás solo. Quedas como un especímen a admirar y aunque eso no te hace feliz (a nadie que se precie de ser humano lo haría feliz), te mantiene satisfecho. Pero, ¿por qué no bajas un rato de ese Olimpo? Huidobro se equivocó, porque NADIE bajó del Olimpo. Tu voz calza con tus expresiones faciales pero no con tu vocabulario. Es algo nasal y poco grave pero las palabras que utilizas son bastante alejadas del lenguaje coloquial al que estoy acostumbrada.
Me dejo mecer por lo que dices, trato de pensar en lo que dices e intento rebatir un par de veces. Es inútil así que me resigno a callar y a vegetalizar mi mente. Al parecer, el que está para pensar eres tú. No la "preciosa" que, efectivamente, el mundo (o sea tú) aplasta. Ocupo mi tiempo de espectadora de tu show, sentada sobre una butaca en la primera fila, en observarte. Parto por tus ojos, tu nariz... pero me detengo en tu boca. "Es un Guasón", me dijeron meses atrás. Se mueve y contorsiona segura del poder que tiene, de que diga lo que diga siempre va a encontrarse con alguien dispuesto a escucharla. A seguirla. Es bonita, bien delineada. Pero de ella salen casi únicamente palabras de un mundo propio que pareciera bastarte.
Quizá debiera odiarte, como -aseguras- varias personas lo hacen. Por autorreferente, monotemático y seudoniñoseductor. Pero no, me caes bien, te admiro lo suficiente para no envidiarte. Como creo que muchos lo hacen. Es que no puedo. Hay un juego de poderes que aún no logro dilucidar que me mantiene muy atenta. Y "Alerta". Me inspiras cariño. ¿Por qué siempre termino acercándome y haciéndome amiga de los ejemplares más bizarros?
Mientras sigues hablando de tí, descubro que fue un acierto no haber evadido una vez más mi responsabilidad. "No te angusties", quisiera decirte. Puedes conversar conmigo, si es que a alguna hora del día te sales de tu personaje y te transformas en la persona querible que estoy segura que eres. O sea, susceptible de ser querida. Siento un vacío que tus palabras no llenan. Una Nada creada por tí mismo. Por tu propio Todo que te está absorbiendo.
Y más allá está la gente.

2 comentarios:

Vera ^_^ dijo...

Hola. Encontré tu blog buscando autoenemistad en google. Estaba por usar la frase para describir lo que sentía hacia mi, y algo q suelo hacer, quise ver a que podía hacer referencia sin saberlo.. Llegué a un ensayo contra el relativismo posmoderno y a esto.. y quedé de una pieza. Lo que describís en ese chico, es tan parecido a lo que yo siento de mi misma! Y si, me siento tan sola.. Espero que haberlo leido me ayude a abrirme un poco, por lo pronto fue un placer, escribís muy bien.

Un abrazo.

Elisa dijo...

Qué impresionante que tres años después de haber escrito esto, refiriéndome a una persona súper puntual, hayas aparecido tú y agarrado una pelota que llevaba tanto tiempo rebotando.
gracias por tu feedback y gracias por contarme que te sirvió.
Un beso y no te sientas mal, a veces está bien ser una solamente en el mundo. Para luego abrirse a él y a las experiencias. Somos egoístas de manera innata, el desafío es salirse de uno sin dejar de ser uno mismo.
Gracias por venir y te voy a visitar.
Saludos,
E.