14 de enero de 2006

Instantes revueltos en mi sartén. Quien entienda, grite ¡YO!


La vida está hecha de pequeños instantes.
Un gran cliché para una ídem verdad. Sin embargo, estos instantes nos marcan de por vida.
El instante en que nos conocimos. El instante en que una mirada se cruzó en el camino de la otra. El Click.
Cuando hechos tan simples como caminar sobre la vereda se transforman en acontecimientos. Preguntas que un desconocido me hace y que no sé cómo responder. Halagos gratuitos, cigarros por $500 que acompañan un momento que no se volverá a repetir.
La exquisita angustia de saber que ese momento no se reproducirá jamás.
Tus besos sobre esa roída cama. Desgastada por otros besos de otras amantes. Pero el instante es nuestro. Y podemos hacer que dure. Y estirarlo, y alargarlo como el más flexible elástico. Porque te tengo. Nos tenemos aquí, juntos, separados. Seimpre volveremos al otro.
Pero hoy...
cuando acabo de vivir el momento más extraño, raro, escaso e irrepetible de mi vida. Soy sincera. Tengo un poco de miedo. Intriga.
Todo pasó hace no más de veinte minutos y ya siento que los recuerdos se esfuman. Maldita cabeza distraída, pienso. Y se va, se escapa de mis "pensées" y no quiero. El temor va desapareciendo de a poco. Más bien, la paranoia.
¿Qué hace un tipo árabe-francés en la noche vitacurense, casi jactándose de una soledad cosmopolita, ilustrada y escogida?
¿Por qué me detuve a hablar con él? ¿Por qué se fascinó tanto con esta niña-mujer y su apariencia engañadora? No lo sé. No quiero analizar lo inanalizable.
Nunca más volverá. Y así está bien. Si vuelve la magia se pierde. Y la magia que ahora siento que hay...se está yendo a gran velocidad para dar paso a un recelo que no tuve en el presente de entonces.
Quizá todo está guardado en un cofrecito interno de los recuerdos. Y de los miedos.
Estos instantes que, dudo haber logrado una explicación cabal, están llenos del hechizo urbano de las noches frescas de verano. Cuando tu novio fue por unas cervezas con sus amigos y tú, sola, desvelada y con ganas de fumar unos "Belmont Light de diez, por favor" crean el ambiente perfecto para un encuentro imprevisto y sorprendente. Cuando el desconocido -que siempre podemos calificar de sicópata y así asesinar toda posibilidad de idea romántica e idealista de un encuento casual- te aborda, te habla de ti y pareciera conocerte desde siempre, cuando sus halagos son bellos pero la desconfianza no te abandona, el instante que se prolonga por poco más de una hora sigue siendo eso. SÓLO UN INSTANTE. Pero algo te enseña. Algo te deja. Cuando alguien se detiene en la calle, detiene su tiempo, tú detienes el tuyo y todo parece una confabulación de algo superior. Me pregunto, ¿En qué momento, empezó la cuenta regresiva para que aquel encuentro se produjera? ¿Tuve que llorar una hora, cortar el teléfono, volver a llamarte, reirnos, perdonarnos, prometernos mil cosas, pasearme horas infinitas por mis cavilaciones y dudas para que, cronológicamente, todos lo astros estuvieran alineados y en ésa esquina encontrar al desconocido que envolvió una hora de mi vida con sus historias y preguntas?
No quiso saber mi nombre. Quiso verme. Conocer mi voz, hablarme de mí, fumar. Contarme su vida, de sus mujeres...
Una belleza tan Chanel. já.
Estoy procesando. Mi cabeza es una juguera en ON.
Esto no tiene sentido.Pero paralelamente tiene demasiado. Un exceso de sentido, de sentidos, direcciones y sensaciones.
Elisa ilusa.
Sólo recuerdo su nombre: Aissa.
Y el refrán que me recitó en árabe: Si la palabra es de plata, el silencio es de oro.
Y, por ahora, guardaré silencio.
Es mi instante de [shhh...]
Un minuto.
Y guardar mi misterio.
Ése fue el favor que me pidió el hombre desconocido.

2 comentarios:

Elisa dijo...

A la puta madre!!! publiqué esta cuestión y no aparece... grrrrr
quien la lea, porfa postee para poder saber en qué estado de piteadura está este blog, porfa!
chabelardo.
E.

J. dijo...

"Cuando alguien se detiene en la calle, detiene su tiempo, tú detienes el tuyo y todo parece una confabulación de algo superior."

Excelente frase :P. Me encantó!

Escribes excelente!

¡Qué historia...! ¡Qué palabras...!

[silencio]

Salu2!