13 de julio de 2007

Escribir en el blog era para mí como rezar. Sólo me acordaba de hacerlo cuando me sentía pésimo o estaba en un problema.
Es egoísta, como casi todo en mí.
Escribir suponía entonces una catarsis, una purificación de los males y dolores. Nada nuevo, a fin de cuentas. Supongo que eso ha sido así por los siglos de los siglos. Amén.

Y hoy no hay diferencia alguna.
Hoy siento el nudo en la garganta un poco más apretado que la última vez.

Ya no tengo ganas de ver a mucha gente. Ya no veo a varios más. No tengo tema con las "amigas" de la U.

A veces quiero abandonar todo e irme a viajar por el mundo a caballo, cierto?
Porque "siempre he querido tener un caballo"...

No sé si quiero sufrir por ser una buena periodista, ni esforzarme por pisotear cabezas o la exclusiva o la mejor entrevista.

Hoy me siento derrotada. Y creo que se siente feo, porque es una derrota prematura, de ésas que uno no quiere mirar a la cara. Es una conmigo misma.

Hace tiempo que no sirve rezar. Y tampoco escribir.

Ya no creo.

3 comentarios:

Puppetmaster dijo...

Una diferencia entre escribir y rezar es ésta. Te estoy escribiendo porque te leo. A diferencia de rezar, que no sabes si alguien escucha. Y si existe Dios, hablara castellano????

Aca te entendemos y te leemos.


Saludos y Ánimo!!!!!!

Elisa dijo...

Muchas gracias...

Una buena ciberterapia es leerte

:)

Anónimo dijo...

qué mal que estés así.
ánimo!!
=)