27 de enero de 2008

Ni un pelo de tonta

Estoy cada día más pelada.
Ya no funciona cambiarme de la lado la partidura porque la densidad de pelo por cm2 disminuye demasiado rápido. Ni pensar en una partidura al medio.

¿Será que a los treinta años voy a tener cabeza de huevo?
¿Y si la disminución de los pelos tiene una relación inversamente proporcional con la inteligencia?
No tendría un pelo de tonta.
Y sería más fácil no tener pelos en la lengua.
La calvicie debería favorecerme.
Ojalá pues si no es así, pareceré una anciana a los 30.
E.

2 comentarios:

Bárbara dijo...

Remedio: Masajes en el cuero cabelludo con aceite de avellana. La venden en una tienda de Merced que se llama Reina Abilene, pasadito José Miguel de la Barra.
Un abrazo, y ánimo!

Elisa dijo...

eeeeeeeeeeeeeeeeey!

voy para allá pero corriendo!
gracias, por el dato!

E.