7 de noviembre de 2004

:::::SOBRE GIROS, BIPOLARIDADES E INCONSTANCIAS VARIAS:::::

Que la vida cambia de un día para otro, es una certeza absoluta para mí. Que las cosas no se pueden mantener durante mucho tiempo sin que sean descubiertas o que uno mismo en lo fantásticamente barroco de su ser, cambie, mute, y sea inconstante siempre. Me encanta. A veces me asusto un poco de mí misma, pero a pesar de todo lo encuentro fascinante. Qué aburrido es lo predecible, todo lo que controlamos y que no varía (o que no vemos sus variaciones porque evoluciona muy lento). Una vez, Koko me habló del diez y el uno. De la rueda de la fortuna y del mago. Ayer en la micro, riendo como si hubiéramos fumado algo, hablé de eso con la Tere. La micro se movía y nosotras como dentro de una batidora. Nos reíamos de todo, estábamos felices sólo porque estábamos juntas. La verdad es que no había sido una buena semana para ninguna, en un momento necesité el abrazo del Mamut y cuando atiné que no aparecería me dio mucha pena. Me angustié y justo apareció el osornino. Impredeciblemente (no debiera usar adverbios, lo sé) fue comprensivo y me calmé. Pero Mamut sigue a cientos de miles de kms far far away.Mamut! te invoco! manifiéstate!
En la micro hablaba hasta por los codos y tenía los labios verdes porque me había comido un centella. Tenía la sensación de ser un monito animado, con mis gestos y ruidos a veces fuera de lo común. (pero eso es un secreto pq forma parte del archivo escondido de las amigas) Estaba ruidosa y me daba risa la risa de la Tere. Le hablé del Daniel y de lo miserable que me había sentido el día antes en la super reunión Daniel-Psycho-yo. En definitiva, una buena persona, según los cánones más beatos, no hace eso. Bueno, yo aún no había hecho nada. Pero colgaba de una ramita.
Hasta que ayer, literalmente, de un momento a otro... las cosas se notaron apenas iluminadas por algo diferente. Hubo un cambio y lo rico es que lo vi llegar. Y las circunstancias fueron, lejos, diferentes a lo que hubiera imaginado. Me pasó lo mismo el día 20 de agosto de este año y no fui muy feliz, sin embargo ahora lo viví pero desde el otro rol. Y fue tan desconcertante, que decidí no quedarme con esa idea inicial. Y fue ese disconformismo, lo que me hizo más feliz.
Llegué alas 6:30 a mi casa y no quería dormir. Tenía que pensar, que tratar de manejar lo impredecible o armar posibles soluciones. No me dejaría sorprender. Pero ante la insolubilidad del asunto decidí dormir. A las 14 hrs, me desperté con una sonrisa en la cara. En mi bipolaridad de sentimientos y sensaciones, amanecí sientiendo que amaba la inconstancia y la sensación de que todo tenía una salida por más inimaginable que esta fuera. Por un rato me sentí esclava de alguna entidad superior y que aunque me esforzara por controlarlo todo, los caminos eran decididos por la caprichosa voluntad de otro. Sin embargo, lo olvidé cuando me esclavicé a un pedazo de carne con puré porque mi guata reclamaba ya cuando aún estaba entre sueños, recordando la noche anterior. Cuando cambiaron más cosas de lo que tenía presupuestado en mucho tiempo.

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