11 de abril de 2005

:: Some Time to Reload ::

Y así no más es la cosa. Estos días han sido una fuckin' basura infernal. A veces me daba rabia y nunca la vacié, me daba pena y nunca la saqué realmente. Me tragué todo, me comí cucharada a cucharada toda la mierda que tenía dentro y todo lo que nunca dije. Hasta que me sentí enferma. Cuando me di cuenta de que la palabra comprensión no iba a aparecer ni por un segundo en el diccionario cotidiano, reaccioné. Aquí nadie se va a morir, menos yo, me dije. Así que me puse de pie, me limpié y boté la asquerosidad que me carcomía y empecé el lento viaje hacia mi yo de verdad. Hacía esa Elisa que no teme. Esa que no tiene miedo de quedarse sola, que no cree que un sólo hombre es el único tipo que la va a querer en la vida y que, menos aún, va a permitir que un fantasma del pasado creado por errores que no le pertenecen fueran a opacar su felicidad. Habiendo tomado consciencia de esto (y muchas cosas más), se produjo la catarsis. MI purificación. Mi salud mental por sobre el resto del mundo.
Lo que menos falta es cariño y amor. Nunca lo dudes.
Sólo es cosa de tiempo, de recargarnos, de volvernos a sentir necesarios. Y yo lo respeto. Aunque me cueste.

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